Gastón Sironi. Foto: Rodrigo Fierro. |
Gastón Sironi (Córdoba, 1967) dirige el sello
Viento de Fondo, con el que ha obtenido en tres oportunidades el Premio Alberto
Burnichón al libro mejor editado en Córdoba. Ha publicado Negro
de fondo (cuentos; Alción, Córdoba, 2003), Tratado de los vientos (poesía) y Embarcados (poesía, junto
al largometraje de Rodrigo Fierro; Viento de Fondo, 2015). Ha traducido a Marguerite
Duras, Arnaldo Antunes, Francis Scott Fitzgerald, Antoine de Saint-Exupéry, Paul
Valéry, Jean Cocteau, Edmond Jabès, Bernard-Marie Koltès y Amosse Mucavele
entre otros. Su libro Negro de fondo ha sido traducido al francés y publicado
en Canadá: Noirs horizons, Les éditions de L’Instant Même, Québec, 2012. Es
uno de los organizadores del Festival Internacional de Poesía de Córdoba.
* * *
el
dios de calveyra
en plaza vélez sársfield el chofer
detiene el ómnibus
una estación de servicio a cinco minutos
de partir hacia el bolsón
el hombre de los alfajores baja su rutina
entra a negociar
sale con un tacho de veinte litros y una
bolsa
de consorcio
llena
son mil leguas de viaje subandino
es todo soja
acá hacer patria es romperla
roturarla
acá eso es loable
envenenar por dentro y por arriba
acá eso es patriótico
agua envenenar
aire envenenar
niños envenenar
el campo
¿qué es el campo?
¿planicie monocromática?
¿ecosistema de glifosato?
acá la cultura es desmontaje
mirar por la ventana
el premundo del espejo
chevallier, se lee en el espejo
atrás lo difuso
adelante (o atrás)
el holograma de un rostro
tras los álamos fríos
y la salida de emergencia
fuerza
cristina
apoya la tapia en las afueras
adentro:
retire el lacre
afuera:
st. ignatius college (latín
en garamond, inglés católico apostólico de
córdoba)
adentro:
use
el martillo para romper
en el mundo del espejo
la bandeja de la cena vía tac
el
vidrio
unas zapatillas incandescentes
de mujer
la ruta en los ojos
en
caso de emergencia
tíñase ese blanco
adentro del espejo
sueña a óxido de plástico
el celofán de las bandejas
arroz amarillo, estrictamente
seco
jamón y pan
(grasa y harina, llora el chef
de la película)
las microondas permanecen
en el pollo
cáncer sobre cáncer con cáncer
y mayonesa fanacoa
y sal abedul
y un postre que todavía
sentir la parte digestiva
del sistema
fructosa de maíz
maíz de las patentes
mucho es plástico en los cuerpos nuestros
del sistema
soja y maíz
harina y grasa
¿dónde estará la memoria
de las bocas?
el código del queso
la nuez del puré súper
las olivas del señor
la segunda película tendrá
quizá menos matones y
choques en la ruta
el miedo se programa lejos
se propaga cerca
cada día
cada vez
harina y grasa
vacas de la soja somos
balando la canción
balando conectados en código
ascii
cifrado tras las windows
atados
a la fructosa digital
pobre postrecito
polvo mágico de royal
cena lípida polímera
la balada del pasajero
balando por un sueño
así no llegamos a los cien
calculaba juan filloy:
comer
la mitad
caminar
el doble
reírse
el cuádruple
ahora es noche en ruta
un cartel con letras rojas
tiene la hora de moscú
en 1973
la temperatura alterna
de otra temporada
afuera los pingüinos gobiernan
el invierno
y adentro y a bordo los servicios
dicen
descargapeliculas.net
y otra vez el miedo:
apago el cuaderno y
cierro la luz
dos horas después vuelven onetti
huinca renancó y
otro agudo monumento
ceferino namuncurá
comedorparrillahotel
la cara que viaja detrás del vidrio
es la cara de mi padre
a huinca renancó venía a vender estuches
para lentes de contacto
hacía las matrices
las retiraba en fábrica
las vendía acá
en huinca renancó
y volvía a nosotros con juguetes
del futuro y esa música araucana
para siempre
el ómnibus toma a realicó
la luna estaciona en el andén
bajan una mujer y
una mujer joven
pleno frío pampa
de los bostezos, un vapor orgánico
harina y grasa
vapor de soja
el ómnibus sale por donde entró
literalmente o no
y otra vez el pozo de la noche
para salir hay café
de petróleo
charcos congelados
el pasto muerto y
la plástica bandeja
siguen los álamos
van filtrando el sol
rasante
las plantaciones simétricas de arbolitos
estirados de lado
tal vez manzanos estirados
y aún la luna
y el campo roturado
aquí
también la nación crece
ya
estamos en acción, cipoletti
el
futuro está en garbarino
acá, en el presente,
bajamos a fumar
los carteles roturan el cielo
¿cómo llegamos a vender el cielo?
cada tanto la mafia corta
los caminos
gracias
silo dice la montaña
dice bienvenidos
a neuquén
H.I.J.O.S.
alto valle
dice
la península country
vive
sin límites
sin límites
los carteles mismos en todas partes
el capital mismo
un mercado tan lateral como los plantíos
de manzano
todos los viajes viajan por el mercado
defendamos
la salud pública
dice la tapia de un terreno
próximamente clínica
comedor-restó
droguería
el cartel, público
indica impúdico
dónde el centro comercial
y otra vez cine y ventas y
luego el chocón a lo largo y azul
igual que la memoria
en la plataforma
chica llora o
dice que llora
mirando a chico del piso de arriba
ambos gastan pulsos claro
estamos conectados
el viaje sigue
aeropuertos argentina 2000
sala punto a punto
sólo es free lo que no se vende
el paraíso no se vende
¿la luna no?
la sangre puede bullir
fundirse
con bilis
el teléfono ya no es público
todos hablan ante todos
estamos
en el horno
¿algo
más para comentar?
yo le
dije que era puntual pero esta vez,
un hombre parecido a calveyra rezonga
si
dios quiere, en hora, hora y media
peleamos
corremos por el lugar en la fila
por el escáner de las valijas
por el apoyabrazos por matar
el tiempo
que se va
el dios de calveyra que no quiere
desembarcar los motores
el ansia a punto
el equipaje (que también
se llama carga que también
se llama impedimenta)
huelga de controladores
un refrigerio compensatorio
la luz hospitalaria
las apariencias
a las apariencias engañan
son pequeñas anécdotas
sui generis
sobre estas instituciones
amar
a la patria bien me lo exigieron
si
ellos son la patria yo soy extranjero
Blues
de las reposeras rotas
la tela muerta como piel
de muerta
los caños de mentira
el diseño
impracticable: en esta casa
suena el blues
de las reposeras rotas
sólo la madera
la madera, casi
viva
sostiene la memoria
de un latido
nada conjura el tiempo
el tiempo se conjuga
apenas
en pretérito perfecto
¿qué hemos hecho?
¿cómo ha pasado un cuarto
la mitad más
de la mitad?
el modo interrogado
es también retórica
nada conjura el tiempo:
mientras uno escribe mientras
busca
abajo
pasa el río
el río con colchones
planes nacionales
cuerpos
sin respiro
el río suena en blues
ha llegado el óxido
al diamante
el agua al agua
la raya al otro lado
en éste
la madera secándose al sol
de la emergencia
habrá que raspar el último barniz
para pintar el próximo
acá y ahora
ha vuelto el blues
dice que vive en la madera
en los sillones en el parque
en el final de un libro
general
(Las
Vertientes de la Granja ,
sierras de Córdoba,
otoño del verano de la inundación.)
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